viernes, 9 de octubre de 2009

UNA HISTORIA VERÍDICA

Relato de lo que me pasó ayer y que prometí contar.
Cómo llueve. Tengo que irme y sólo tengo sandalias de veranito muy fresquitas ellas pero que para la lluvia como que no valen. Abro el zapatero. ¡Ya sé qué ponerme!. Allí guardaditos con mimo están mis zapatos de deporte NIKE AIR.
No me gustan las marcas y esas pijadas, pero estos zapatos me encantan. Me los compré antes de quedarme embarazada cuando iba todas las tardes a las pistas del Bahía Sur a entrenar un poquillo, hace ya unos 8 años de esto. Mi hermano me los recomendó porque eran buenos para correr y yo me los compré porque el diseño también me encandiló. Ha sido la primera y única vez que me gasté 12.000 pelas de las de entonces en unos deportivos. Mi marido se compró unas de las misma marca y aún las usa. Siguen estando flamantes.
Llego al colegio y me voy a clase. Estoy explicando y noto que algo se me ha pegado en la suela del zapato. Miro. Un papelito pegajoso seguramente. Miro con más atención y es ... ¡un trozo de suela! Me vuelvo a mirar la suela y veo una grietecilla en el lateral del tacón. Lo dejo correr. Termina la clase y me voy a la secretaría. Ahí ya me doy cuenta de que la grieta se ha hecho un poco más grande. ¡Dios bendito, que me dure hasta que llegue a casa, por fiiiiii!
Me voy después del recreo a darle clase de Música a los de quinto. Al andar noto algo rarito, pero sigo con lo mío para que los niños no se distraigan. Estoy de pie explicando en la pizarra y cuando me giro:" ¡¡¡Maestraaaaaa, er zapatoooooo!!! jajajajajajajajaja" Levanto el pie y me encuentro con esto
La madre que parió al demonio. El cachondeo se generaliza y yo no puedo evitar que me dé un ataque de risa. ¿Y ahora que hago?. "M., por favó, mujé, échale un vistazo a esto niño un momentito que mira lo que me pasa". M., se descojona cuando ve mi zapatito de marca. Cuando por fin puede hablar me dice que me lo pegue con fixo gordo, así dándole vueltas alrededor al zapato. Voy a buscar al portero para que haga el favor de ir al moro de allí al lado a comprarme unas babucha. Otro con el cachondeito y así con quién me ve arrastrando el pie mientras voy dejando trozos de suela por tos laos.
Por fin aparece el portero con unas sabrinas supermegadoradas. Anda, y ahora de princesita Disney, si ej que. Bueno, por lo menos ya no tengo que volver descalza a mi casa.
Los próximos tenis me los compro de esos de la cadena, que sí que son carne de perro y no te traicionan dejándote descalza a la menor oportunidad.

10 comentarios:

  1. Hola
    Me encantó tu historia!, tenés una manera muy divertida de contar tus aventuras.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. jajajjjaja!!!!! marisoplaaaaaa!!!!! lo que no te pase a ti no le pasa a naide!!!!!! hijamia a ver si es que tienes algún roedor en tu casa y se ha estado poniedo las botas con la comida de " marca " jajjajajjaj!!!!! lo bueno es que esos niños van a repetir la anedota toda su vida y la contarán hasta a sus nietecillos así que pasarás a la historia , chica, jajjaaja


    besos

    ResponderEliminar
  3. Apuntame, que yo también me he descojonaooo!!!!!

    Saludos de Manolo

    ResponderEliminar
  4. ajajajajajajaaa.... y lo mal que se pasa!! A mi me paso en el trabajo... y con grapas lo solucionamos, a ver!! Que trabjo a 5 kms de casa!!!

    ResponderEliminar
  5. que apuro, jajajajajajajajajaajajaajjajajajaja, eso me llega a pasar a mí y me da un infarto... fíjate que hace dos semanas entré en un primero a una guardia y se me soltó un botón y un chiquillo me dice "maehtraaa, el ombligo, que ce te ve er ombligo" y no se me ocurre otra cosa que decirle " es igual hijo" a lo que responde ¡¡¡aaaah!! ¿¿es que usté es una maestra moderna no??? basado en hechos reales totalmente verídico.... un beso (jajajajajajajajajajaja, no vea los tenis, jajajajajajajajaja)

    ResponderEliminar
  6. XD. jajaja que me meo contigo pero que ocurrio?? estaba pasados? lo que me he reido contigo solo te falto poner las princesita Disney jaja, el portero encima de coña
    besitos

    ResponderEliminar
  7. jajaja, qué risa me ha dado, ays. A mí me ha pasado lo mismo en dos ocasiones, la primera lejos de casa y teniendo que coger el bus, madre mía, casi no llego a casa arrastrando el pie, la segunda, pude entrar en una zapatería y comprarme unos nuevos. Jo, en el colegio podrías haberlo arreglado de mis maneras, con la cantidad de material que hay.

    Besos. Loli

    ResponderEliminar
  8. Mariaaaaa, Mariajoooooo, gracias por los comentarios.
    MTTTTTT, muuuuu grasioso.
    Candelaaaaaa, si que se pasa mal, sobre to cuando te ves un dia de lluvia caminando descalza, na má que con er chasi der zapato.
    Pakyyyyyyy, jajajaja, menos mal que fue el botón a la altura del ombligo. A mi me ha pasao de llevar abierta la cremallera de la bragueta del vaquero. ¡¡¡Que vergüenzaaaaaaaa!!!! Y otra vé que me puse un traje con la cremallerita en el costao y yo toda contenta porque me quedaba flojo ¡jo, si he adelgazao y toooo, que ilusión! , hasta que llegué al velatorio y yo notaba que la gente me miraba de manera rara hasta que la nuera del difunto me lo dijo. Asín que soy má modennna que tú, jajajajajaja.
    Chanéeeeee, todavía no se que le pasó al puñetero zapato, que tenía gana de fastidiar imagino.
    Lolyyyyyyy, que la suela se devoronaba como un polvorón apaleao. Aquello ni con grapa, ni con loctite, ni con moco, ni con chicle, ni con ná de ná.

    ResponderEliminar
  9. jajajajaja ozúuuuuuu con la zuelaaaaa jajaja

    ResponderEliminar
  10. Diodmio, yo me quedé pegada a la silla de un restaurante con los pantalones de polipiel. Mi costillo todavía sufre un ataque de risa cada vez que pasamos por delante.
    Bssssssssssss
    Cloti

    ResponderEliminar